ProgVisions
, 2003 12: AM
“Improgressive” es el álbum debut de los húngaros Mindflowers (no confundir con la banda italiana del mismo nombre). Los primeros cuatro minutos del Cd son una muestra del jazz-rock sinfónico progresivo que estos cuatro excelentes músicos nos van a ofrecer. Además de la mezcla de los mencionados ingredientes, a veces añaden una pizca de metal a sus composiciones, dándolas más carácter.
Viendo sus fotos en el libreto, la mayor parte de los miembros de la banda parecen muy jóvenes, lo que refuerza mis alabanzas a su talento y laboriosidad. El responsable de la mayoría de temas es Balázs Szendöfi, quien toca bajo y sticks, entre los que destacan un bajo de siete cuerdas creado por su padre y un 12-string Grand Tapboard. Zoltán Szentpál toca la guitarra, Zsolt Nagy (cuyo mote “Liszt” está bien merecido) se hace cargo de los teclados, y Gergely Gáspár hace un excelente trabajo a la batería. Tal y como he dicho, todos los músicos de la banda son muy buenos, pero el batería me merece especial atención cada vez que escucho los nueve cortes del álbum. Los músicos invitados participan con guitarras acústicas y eléctricas, stick, percusion y violin.
El tema que abre el álbum “Red spider” (8:18) es la típica pieza jazz-rocjera que muestra ese toque metálico que poseen algunas composiciones. Todos los instrumentos principales tienen su oportunidad en este corte: stick, piano, sintetizador y guitarra. Y, por supuesto, la excelente batería. Tras tres minutos el tempo se relaja y da paso a una melodía de guitarra más tranquila. En este momento me viene a la cabeza el nombre de Bill Bruford aunque la forma de tocar la batería no es tan tensa como la de Bill. Los cambios de ritmo y rápidos solos se suceden en todas las composiciones, pero en ningún momento se hace extraño ni abusan. “Falling” (5:46) es una agradable y onírica cuasi balada que piano eléctrico al comienzo seguido por una melodía principal tocada con guitarra eléctrica. El carácter onírico viene debido al acompañamiento de guitarras acústicas y sonidos de cuerda hechos por sintetizador, así como una típica percusión jazz. La segunda parte de la canción presenta un bonito dueto entre la guitarra y el bajo con unas notas finales de piano antes de que la melodía principal de guitarra se repita. La canción termina con guitarras acústicas. “Sick spirit” (4:50), tercer tema, es un tema que incorpora riffs heavies de guitarra que acompañan una preciosa melodía de sintetizador. Además de la guitarra eléctrica, el sintetizador juega un papel principal en este tema, así como el piano. La canción termina de forma muy bombástica con grandes teclados. Una pena que no sea más largo. “Why?” (1:51) es un corto y atmosférico dueto de bajo y piano con bonitos teclados de fondo, y al que sigue y contrasta “Why not?” (5:07), una canción con melodías más agresivas y donde los potentes acordes de guitarra son los ingredientes principales. Un chispeante piano y un stick se escuchan en la primera parte, mientras que en la segunda la atmósfera es más oscura y amenazante. “Crying skies” (7:01) es un momento de relax tras la descarga eléctrica. Un bello corte de atmósferas flotantes, gracias al “rainmaker” y a la melodía repetida continuamente por el stick. Más tarde una bonita guitarra jazzy acompaña al piano. El séptimo tema, “Knowing the path” (7:01) es más enérgico y se abre con una melodía tocada por un teléfono (¡!) seguido por una potente guitarra, un gran acompañamiento de piano, y un bonito solo de bajo y órgano. El solo de guitarra, bastante heavy, se transforma en un bonito solo de sintetizador. El octavo tema “Flo’s kisses” (4:28) es una composición tradicional de jazz en la que la melodía está tocada por el violín, sirviendo de base una guitarra acústica. Más diferente del resto, además de un papel predominante del bajo, pero ilustrativa para mostrar el talento musical de la banda.
El tema con el que el álbum concluye “Talk with myself” (22:37) no necesita crítica alguna ya que es (en un sentido positivo) más de lo mismo. La composición es realmente excelente… En la parte final Balázs Szendöfi muestra, por última vez, su papel de líder con un espléndido solo de bajo al que cubren atmosféricos teclados.
Un excelente debut para una banda que promete. Potentes, variadas y versátiles composiciones, excelente nivel musical, y una buena producción. Tengo muchas ganas de escuchar su próximo trabajo.
Wim Verweij
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