Margen
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Los que aún tengáis en mente el anterior trabajo de la Rumblin’ Orchestra, Spartacus, cambiad el chip, porque este nuevo disco de la banda húngara integrada por la familia Ella más colaboraciones, tiene poco que ver con aquel alegato EL&P, o quizá sí, puesto que la pose grandilocuente pervive, pero en lugar de los teclados como protagonistas los Ella han preferido ceder protagonismo a una tímbrica tan densa y equilibrada en sus dinámicas como la de una orquesta sinfónica (suponemos un gran trabajo de multipista, porque las secciones de metal suenan pletóricas a pesar de que sólo se menciona un trombón, un saxo y dos trompetas, y eso por no hablar del violín que protagoniza él sólo la sección de cuerdas). Ecos de Emerson también pueden oírse en ciertos momentos junto a una sección rock que supervisa, al modo y manera de After Crying -aunque sin su riesgo- este cruce de rock y clásica que nos deja un álbum de magnífico rock sinfónico en la más pura acepción del término.
Rafa Dorado
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