Julius Dobos es un joven compositor y multiinstrumentista húngaro especializado en bandas sonoras. Su concepto musical es épico y abierto, muy en consonancia con la filosofía musical de nuestro compatriota Antonio Hernández en cuanto a recurrir a grandes formatos instrumentales y a un concepto musical amplio en referencias.
Este Mountain Flying podría ubicarse, como bien apunta la hoja promocional, en la categoría de poema sinfónico con la interpretación de la Miskolc Symphony Orchestra, formada por 80 músicos, el Budapest Monteverdi Choir, con 50 cantantes, el propio Dobos a los sintetizadores, la colaboración de Marta Sebestyén, las orquestaciones del cellista de After Crying Peter Pejtsik y la voz recitada de Patrik McMullan, el ex-miembro de Dr. Feelgood y ahora liderando la banda de folk Irish Rovers of Budapest.
Todo este reparto de estrellas conforman un álbum sinfónico contemporáneo de colores variados, construido sobre un andamiaje del que cuelgan de modo perfectamente equilibrado referencias orquestales, étnicas y electrónicas mimetizadas tanto en avalanchas grandilocuentes como en lentos adagios, con profusos pasajes melódicos a lo Oldfield/Vangelis y un poder de insinuación contrastado.
A la espera de oír la edición final (sólo tenemos a mano una cinta), ya podemos apuntar esta producción como candidata a entrar en las mejores obras musicales del 2000.

Rafa Dorado